lunes, 28 de octubre de 2013

Hacia una pesca sostenible

El concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es extraño, todavía, a la vista de muchos. No por ello menos necesario.  Para definir tal concepto vamos a utilizar las palabras que emplea la UE, es decir, diremos que esta es “la responsabilidad de las empresas por su impacto en la sociedad”.  

Este concepto es imprescindible para alcanzar una pesca “socialmente responsable”, una pesca que sea capaz de maximizar el valor de las capturas de nuestra flota y de crear el valor que la sociedad reclama (no solo valor económico en nuestro bolsillo).

Como hemos dicho en entradas anteriores, al final la venta de pescado depende no solo de terceros sino también de nuestra capacidad para vender lo que muchos consideran “el mejor producto del mundo”.  

Nuestra imagen no debe ser una fachada, nuestra imagen debe ser el fruto de nuestra responsabilidad y esta responsabilidad es la que se debe exigir el sector pesquero, independientemente de que exista una PPC que traiciona, ley a ley, los principios de la pesca artesanal. 



Nuestra responsabilidad tiene efecto directo sobre proveedores, clientes, gobiernos, ONGs, medios de comunicación, gobiernos, nuestros vecinos, incluso la Universidad y este efecto, si es responsable y sostenible, se traduce en beneficio económico pero también social y ambiental.

Para ello tenemos que tener en cuenta tres factores. Del primero ya hemos hablado, la pesca es mucho más que barcos y pescadores, mucho más que artes y capturas, la pesca es un mundo, quizás complejo pero a la par único y saludable. Recuperar la dignidad del sector depende de grandes acuerdos donde el pescador sea igual de protagonista que el político, el docente o el biólogo.

El segundo factor es el gran beneficiado del primero, el mar. Del mar proviene el dinero del pescador, no nos engañemos,  y es por ello que debemos cuidarlo con una pesca artesanal y responsable. Su riqueza es sinónimo de vitalidad y futuro para el sector pesquero pero también para el futuro de una Tierra que gota a gota se muere. Concienciar a la sociedad de sus ventajas no tiene que nacer en ningún gobierno, pues nadie conoce mejor el mar que el propio pescador.

Con un mar sano será mucho más fácil garantizar la existencia de nuestra flota aunque esto no acaba aquí. La comercialización directa, un sistema más eficiente de etiquetado y una nueva gestión de la cadena de valor del pescado deben liderar el cambio económico de la pesca. Buscar ingresos alternativos y nuevas vías de llegar al consumidor del mar, ya sea el turismo u otras alternativas, también deben ser las riendas para mantener vivas las comunidades de pescadores.


Estos tres puntos serán desarrollados en futuras entradas, con el objetivo final de poder conocer las herramientas que nos ofrece el presente, para garantizar una pesca responsable y sostenible. 

domingo, 20 de octubre de 2013

Tocados pero no hundidos. Por un consumo responsable de pescado.

Resulta curioso que en un mundo tan globalizado, donde miles de productos pasan al día por delante de nuestros ojos, existan lugares como este que defiende el consumo responsable de pescado. Más que curioso, utópico. 

Uno de los propósitos de este blog es recuperar el optimismo dentro del sector pesquero. Cuando el barco se hunde la orquesta del Titanic sigue tocando, pueden pensar algunos. Lo cierto es que, todos y todas, tenemos motivos suficientes para creer que la pesca artesanal no debe hundirse nunca.  Cosa muy diferente es la capacidad que tenemos de defender y argumentar dichos motivos.


Hablamos de pesca artesanal cuando la actividad es practicada por embarcaciones menores a 15m,  faena a menos de 7 millas de la costa,  usa generalmente artes menores y  da empleo a 3-5 tripulantes por embarcación (ya veremos definiciones más amplias).

Este modelo de pesca nos garantiza diariamente un pescado fresco y de calidad, motivos suficientes para defender su existencia. Tenemos que tener muy en cuenta que la pesca no deja de ser una actividad económica, oferente de un producto artesanal y sinónimo de sostenibilidad ambiental, social y económica.

Yo no dudo de que los pescadores, pescaderos, distribuidores y restauradores no conozcan las ventajas y propiedades del pescado capturado artesanalmente pero, poniéndonos en el peor de los casos, ahí van una serie de argumentos imprescindibles para argumentar y defender el consumo de estas capturas. Para ello nos haremos la pregunta de la primera entrada ¿Por qué debemos consumir este pescado y no otro más barato, que nos venden “con la misma calidad” (no tiene que ser cierto) y viene con un empaquetado digno de las mejores campañas de marketing? 

Aquí llegan las respuestas:

Ambientalmente porque….
La pesca artesanal me garantiza que mañana seguirá existiendo pescado que pescar. La selectividad y el bajo impacto de este modelo de pesca es imprescindible para evitar la sobreexplotación de los recursos marinos y los descartes.

Socialmente porque….

La pesca artesanal ofrece mayores oportunidades laborales y sociales a los jóvenes y mujeres que otras técnicas industrializadas. Además, dicha práctica genera empleo directo e indirecto pescadores en mayor medida que la demoledora pesca industrial.  De esta manera garantizamos la autonomía de la actividad y el relevo generacional  en las comunidades de pescadores.

Económicamente porque….

Tenemos un producto de calidad y fresco capaz de alcanzar mayores beneficios para la flota que otras modalidades de pesca. Los costes de producción, a través de su buena gestión, nos van a permitir optimizar nuestros ingresos garantizando que la flota de nuestra ciudad o pueblo no terminará desguazándose.  Todo esto pasa por una buena trazabilidad, por implantar las nuevas tecnologías a nuestra lonja y abrir el consumo responsable de pescado a la sociedad en general.

Que decir al cliente….

Todo lo dicho se puede resumir en:

  Pescado recién salido del agua. Pasa un tiempo insignificante desde su captura a su venta.

  Calidad garantizada. Vendemos un producto exclusivo y respetamos la capacidad de nuestro mar.

  Mayor transparencia. El pescado no se somete a productos químicos ni a un tratamiento abusivo (esto debe ser reafirmado en la etiqueta).

Comer saludable no debe ser caro. El pescado es un manjar saludable para una sociedad que tiene la idea de que su consumo no es caro. Por esta razón tenemos que dar la facilidad de compra y distribución que nos exige el siglo XXI.

Quizás que la orquesta siga tocando es la única forma de creer que estamos vivos.


miércoles, 16 de octubre de 2013

¿Por qué consumimos tanto pescado?

La idea de empezar este blog surge de algo tan natural como una conversación simple sobre una actividad compleja.

Dicen que todas las personas somos diferentes, que guardamos algo genial que nos diferencia del resto de humanos, que quizás no todos seamos genios pero lo que (con toda certeza) si somos es geniales. Estas diferencias no siempre son fáciles de encontrar ni mucho menos de explicar su por qué pero son necesarias tenerlas en cuenta en todos los aspectos de cualquier actividad.

Como decía, este blog nace de una conversación con un pescador del barrio donde vivo, un pescador tradicional que todas las madrugadas salen a faenar con su hermano sin ver los frutos de todas las horas que dedica a su trabajo, a la pesca.

Durante gran parte de la conversación no fuimos capaces de encontrar una explicación única, un único punto donde centrar la problemática del sector pesquero pero tampoco de o ofrecer una alternativa real a las necesidades de la actividad y de quien la trabaja.

Después de varios minutos sin llegar a un acuerdo surgió una pregunta que quizás, a pesar de conocer la respuesta, no la planteamos públicamente con la frecuencia que debemos y la pesca necesita. Algo tan sencillo como ¿Por qué la gente debería comprar tu pescado? dio lugar a decenas de alternativas sin depender de ninguna Política Pesquera obsoleta ni de ninguna Administración sin idea de lo que representa la pesca para sus trabajadores. 

Si observamos los índices de ventas, el pescado representa un 14% de la dieta de los españoles o dicho de otra manera; España consume 1.552,8 millones de kg de pescado al año. Esto equivale a consumir 3 veces en semana productos derivados de la actividad pero  pregúntense ¿Por qué consumimos tanto pescado?

Puede que se le venga a la cabeza algo así como que es saludable, porque es digerible, por tradición o sencillamente porque en casa gusta a todos. Además como dato diré que de cada 100 personas 94 consideran al pescado como irreemplazable en su dieta.

Estos argumentos serían una buena respuesta para cualquier pescador artesanal: “Deberías consumir mi pescado porque es saludable, es fresco, tiene un calidad inmejorable y además gusta a todos , al mismo tiempo que mantiene la riqueza de mi pueblo o ciudad y conserva los recursos pesquero” aunque rara vez dedica tiempo a explicar las ventajas de su pescado como este merece.

Esta respuesta puede ser dada por cualquier pescador, pescadero, restaurador o distribuidor pero no válida. Tengo la certeza de que no todos los pescadores utilizan las herramientas que pueden para demostrar el valor de su producto, de que no todos los pescaderos dan la información que la riqueza del pescado merece y que ni siquiera cuando nos hablan de frescura nos creemos todo lo que nos dice un distribuidor o restaurador. Esta falta de información es la causante de que muchas veces, aún sin saberlo, sirvan en nuestra mesa gato por liebre. Un pescado con un color maravilloso que no sabe a nada, un plato de lujo donde el lujo solo está en el precio, una pieza deteriorada y un pescado congelado que cada vez quita mayor protagonismo a la riqueza de nuestra gastronomía no solo han deteriorado la imagen del sector pesquero sino que además ha desguazado su economía.

La forma de capturarlo, su sistema de trazabilidad y el tratamiento que le damos son aspectos necesarios a tratar si queremos asegurar la frescura y calidad de nuestro pescado. A esto hay que sumarle una Política Pesquera Común ineficiente, la subida desmesurada de los costes de producción y la falta de un sistema de comercialización capaz de rentabilizar el mejor pescado del mundo.

Existe una pesca artesanal y tradicional que defiende los intereses del pescador a la vez que conserva la riqueza de nuestros mares y garantiza la calidad del pescado. Dicho modelo será el que defenderemos en el resto de entradas y pondremos a debate problemas como la sobreexplotación, la degradación medioambiental, la falta de ingresos en la actividad, la inexistencia de un relevo generacional y la pérdida del tejido empresarial  ofreciendo alternativas responsables, con distintos valores, que ayuden a crear una nueva generación sensibilizada con el mundo de la pesca.

Bienvenidos.