Resulta curioso que en un mundo
tan globalizado, donde miles de productos pasan al día por delante de nuestros
ojos, existan lugares como este que defiende el consumo responsable de pescado.
Más que curioso, utópico.
Uno de los propósitos de este
blog es recuperar el optimismo dentro del sector pesquero. Cuando el barco se
hunde la orquesta del Titanic sigue tocando, pueden pensar algunos. Lo cierto
es que, todos y todas, tenemos motivos suficientes para creer que la pesca
artesanal no debe hundirse nunca. Cosa
muy diferente es la capacidad que tenemos de defender y argumentar dichos
motivos.
Hablamos de pesca artesanal
cuando la actividad es practicada por embarcaciones menores a 15m, faena a menos de 7 millas de la costa, usa generalmente artes menores y da empleo a 3-5 tripulantes por embarcación
(ya veremos definiciones más amplias).

Yo no dudo de que los pescadores,
pescaderos, distribuidores y restauradores no conozcan las ventajas y
propiedades del pescado capturado artesanalmente pero, poniéndonos en el peor
de los casos, ahí van una serie de argumentos imprescindibles para argumentar y
defender el consumo de estas capturas. Para ello nos haremos la pregunta de la
primera entrada ¿Por qué debemos consumir este pescado y no otro más barato,
que nos venden “con la misma calidad” (no tiene que ser cierto) y viene con un
empaquetado digno de las mejores campañas de marketing?
Aquí llegan las respuestas:
Ambientalmente porque….
La pesca artesanal me garantiza
que mañana seguirá existiendo pescado que pescar. La selectividad y el bajo
impacto de este modelo de pesca es imprescindible para evitar la
sobreexplotación de los recursos marinos y los descartes.
Socialmente porque….
La pesca artesanal ofrece mayores
oportunidades laborales y sociales a los jóvenes y mujeres que otras técnicas
industrializadas. Además, dicha práctica genera empleo directo e indirecto pescadores
en mayor medida que la demoledora pesca industrial. De esta manera garantizamos la autonomía de
la actividad y el relevo generacional en
las comunidades de pescadores.
Económicamente porque….
Tenemos un producto de calidad y
fresco capaz de alcanzar mayores beneficios para la flota que otras modalidades
de pesca. Los costes de producción, a través de su buena gestión, nos van a
permitir optimizar nuestros ingresos garantizando que la flota de nuestra
ciudad o pueblo no terminará desguazándose.
Todo esto pasa por una buena trazabilidad, por implantar las nuevas
tecnologías a nuestra lonja y abrir el consumo responsable de pescado a la
sociedad en general.
Que decir al cliente….
Todo lo dicho se puede resumir en:
Pescado recién salido del agua. Pasa un tiempo insignificante desde su captura a su venta.
Calidad garantizada. Vendemos un producto exclusivo y respetamos la capacidad de nuestro mar.
Mayor transparencia. El pescado no se somete a productos químicos ni a un tratamiento abusivo (esto debe ser reafirmado en la etiqueta).
Comer saludable no debe ser caro. El pescado es un manjar saludable para una sociedad que tiene la idea de que su consumo no es caro. Por esta razón tenemos que dar la facilidad de compra y distribución que nos exige el siglo XXI.
Quizás que la orquesta siga
tocando es la única forma de creer que estamos vivos.
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