miércoles, 16 de octubre de 2013

¿Por qué consumimos tanto pescado?

La idea de empezar este blog surge de algo tan natural como una conversación simple sobre una actividad compleja.

Dicen que todas las personas somos diferentes, que guardamos algo genial que nos diferencia del resto de humanos, que quizás no todos seamos genios pero lo que (con toda certeza) si somos es geniales. Estas diferencias no siempre son fáciles de encontrar ni mucho menos de explicar su por qué pero son necesarias tenerlas en cuenta en todos los aspectos de cualquier actividad.

Como decía, este blog nace de una conversación con un pescador del barrio donde vivo, un pescador tradicional que todas las madrugadas salen a faenar con su hermano sin ver los frutos de todas las horas que dedica a su trabajo, a la pesca.

Durante gran parte de la conversación no fuimos capaces de encontrar una explicación única, un único punto donde centrar la problemática del sector pesquero pero tampoco de o ofrecer una alternativa real a las necesidades de la actividad y de quien la trabaja.

Después de varios minutos sin llegar a un acuerdo surgió una pregunta que quizás, a pesar de conocer la respuesta, no la planteamos públicamente con la frecuencia que debemos y la pesca necesita. Algo tan sencillo como ¿Por qué la gente debería comprar tu pescado? dio lugar a decenas de alternativas sin depender de ninguna Política Pesquera obsoleta ni de ninguna Administración sin idea de lo que representa la pesca para sus trabajadores. 

Si observamos los índices de ventas, el pescado representa un 14% de la dieta de los españoles o dicho de otra manera; España consume 1.552,8 millones de kg de pescado al año. Esto equivale a consumir 3 veces en semana productos derivados de la actividad pero  pregúntense ¿Por qué consumimos tanto pescado?

Puede que se le venga a la cabeza algo así como que es saludable, porque es digerible, por tradición o sencillamente porque en casa gusta a todos. Además como dato diré que de cada 100 personas 94 consideran al pescado como irreemplazable en su dieta.

Estos argumentos serían una buena respuesta para cualquier pescador artesanal: “Deberías consumir mi pescado porque es saludable, es fresco, tiene un calidad inmejorable y además gusta a todos , al mismo tiempo que mantiene la riqueza de mi pueblo o ciudad y conserva los recursos pesquero” aunque rara vez dedica tiempo a explicar las ventajas de su pescado como este merece.

Esta respuesta puede ser dada por cualquier pescador, pescadero, restaurador o distribuidor pero no válida. Tengo la certeza de que no todos los pescadores utilizan las herramientas que pueden para demostrar el valor de su producto, de que no todos los pescaderos dan la información que la riqueza del pescado merece y que ni siquiera cuando nos hablan de frescura nos creemos todo lo que nos dice un distribuidor o restaurador. Esta falta de información es la causante de que muchas veces, aún sin saberlo, sirvan en nuestra mesa gato por liebre. Un pescado con un color maravilloso que no sabe a nada, un plato de lujo donde el lujo solo está en el precio, una pieza deteriorada y un pescado congelado que cada vez quita mayor protagonismo a la riqueza de nuestra gastronomía no solo han deteriorado la imagen del sector pesquero sino que además ha desguazado su economía.

La forma de capturarlo, su sistema de trazabilidad y el tratamiento que le damos son aspectos necesarios a tratar si queremos asegurar la frescura y calidad de nuestro pescado. A esto hay que sumarle una Política Pesquera Común ineficiente, la subida desmesurada de los costes de producción y la falta de un sistema de comercialización capaz de rentabilizar el mejor pescado del mundo.

Existe una pesca artesanal y tradicional que defiende los intereses del pescador a la vez que conserva la riqueza de nuestros mares y garantiza la calidad del pescado. Dicho modelo será el que defenderemos en el resto de entradas y pondremos a debate problemas como la sobreexplotación, la degradación medioambiental, la falta de ingresos en la actividad, la inexistencia de un relevo generacional y la pérdida del tejido empresarial  ofreciendo alternativas responsables, con distintos valores, que ayuden a crear una nueva generación sensibilizada con el mundo de la pesca.

Bienvenidos.



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