Dice un gran amigo mío que jamás
hay que olvidarse de dónde venimos a pesar de haber caminado muchos pasos del
camino en otro lugar. Hoy quiero dedicar esta entrada a mi pueblo, Carboneras,
y a todos sus pescadores sin dejar de llamar la atención a todos los que
formamos parte de ella. Para ello vamos
a centrar nuestras palabras en tres años diferentes pero que explican muy bien
las deficiencias de un sector que necesita, de manera urgente, alternativas
reales que respondan a las necesidades del mismo.
Para empezar a tratar dichos
aspectos pongámonos en situación.
INICIO DEL PARTIDO
Estamos en el año 2007 y la lonja
de Carboneras ve caer de forma significativa las especies objetivo de sus barcos
palangreros. La venta del pez espada, el atún rojo o el bonito caen en nuestra
lonja hasta un 90% respecto al año anterior. Podemos observar, por ejemplo, como en el año
2006 el tonelaje vendido en la primera venta de pez espada fue de 95,55
toneladas mientras que en el año 2007, esta cantidad, apenas alcanza las 6 toneladas. Sin embargo, la producción en la lonja sube
debido al incremento de las capturas de caballa del sur o melva. La producción
crece en un 68,5% en peso pero su valor comercial cae un 49.9%. Pero ¿Qué pasó
para perder casi todo el valor comercial de NUESTRO pescado a pesar de capturar
más?
La flota más importante de
palangre de superficie en Andalucía es la del puerto de Carboneras. En el 2007
nuestra flota firmó un contrato de suministro con una empresa localizada en
Murcia, deteriorando la riqueza que genera la venta local en las comunidades de
pescadores. La consecuencia directa de este acuerdo fue la reducción de un 94%
de la facturación del tonelaje, siendo el precio medio del pescado 0.85 euros
el kilo. El número de compradores en la
lonja de Carboneras disminuyó en un 40% (teníamos 22 en dicho año), el número
de barcos que desembarcaban y vendían en lonja ya no era de 52 buques sino de
27 y nuestro pueblo pasó a ser el penúltimo puerto de Andalucía en cuanto a
facturación se refiere.
LA REMONTADA
Pero no seamos tan pesimistas
contando la historia de un pueblo, con tanto encanto, como Carboneras. El
tiempo pasa y da segundas oportunidades y, por suerte, llegó 2011. Carboneras
ya no representa ese pueblo del 2007 hundido sino que ha curado la grietas de
su casco y se muestra a Andalucía como el puerto que mayor progreso ha tenido
desde el año 2005, incrementando su facturación en un 300%. Además, Carboneras
es capaz de incrementar el valor de su pescado en un 12,8% respecto al año
2010, pescando un 16,4% menos y dando trabajo al 20% de los carboneros. Pero ¿Qué
sucedió?
En términos coloquiales podemos
decir que habíamos recuperado lo que otros se llevaron a Murcia, que todo aquel
que apostó por Carboneras, según las estadísticas, ganó. El número de
compradores ascendió a 51 (Roquetas de Mar 31) y fuimos capaces de ganarle a
Roquetas de Mar mucho terreno perdido, vendiendo mejor que ellos nuestro
pescado. Era el momento de crear un Plan Estratégico, una etiqueta con nuestro
nombre y que representará el valor de nuestro pescado, era ese año exacto donde
hay que plantear que hemos hecho bien para mejorar la gestión de nuestras
capturas. Pero nadie se planteó esto.
VUELTA A LA REALIDAD
Y bueno ya sabemos lo que pasa
con las oportunidades si no se aprovechan. Volvió el año 2012 y estimulados por
la euforia del año anterior decidimos incrementar nuestras capturas en un
41,9%. Claro que no iba a pasar lo mismo
en el aspecto económico. La sobreoferta del año 2007 volvió a la lonja de
Carboneras y el valor comercial de nuestro pescado descendió un 34,9%. Pescamos
más y vendemos peor. Nuestros vecinos de Roquetas también pescaron más pero
ellos vendieron mucho mejor su pescado. Carboneras pasó de tener más de la
mitad de la venta en origen del pez espada (dentro de la provincia de Almería)
a ser una simple espectadora pues Roquetas, que reactiva su lonja en junio del
2011 con nuevas alternativas comerciales, concentra en el año 2012 el 60,4% de la venta de esta especie.
Yo no quiero ser negativo y en
este sector, donde se ha hecho tan poco, aún queda mucho por hacer. Pero claro
los pescadores entienden mucho sobre la pesca, más que cualquier biólogo, pero
no tienen la formación económica ni empresarial suficiente, los biólogos jamás
contaron con la experiencia de los verdaderos protagonistas del mar (los
pescadores), a los economistas pocas veces nos hablan de pesca en la
Universidad y los políticos prometen sobre todo pero dudo que alguno tenga
interés en resolver los problemas de los pescadores. Estoy seguro de que el
individualismo no va a ganar esta guerra y que al final los grandes acuerdos
locales serán el motor del sector pesquero de Carboneras.
Todos los datos e información de
esta entrada la pueden ver y contrastar en las estadísticas de la Junta de
Andalucía.
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